"Viajando por la quebrada de Humahuaca II"
Esta tierra que estamos recorriendo con Paula nos regala su triple belleza: paisaje, flora y fauna.
Hemos visitado el Pucará de Tilcara donde la humanidad dejó su huella, pero la naturaleza también deja la suya a cada paso que damos: en esta zona montañosa sopla el viento norte especialmente en el invierno, con un clima templado, seco y sano, como corresponde a esta latitud.
A 15 kilómetros al norte de Tilcara encontramos un monolito que indica la ubicación exacta del trópico de Capricornio: 23 grados 27 minutos 30 segundos de Latitud Sur.
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En las laderas y cumbres de los cerros crecen pequeños arbustos y principalmente los cardones y cactus de gran tamaño con brazos espinosos como vemos siempre en las postales de la provincia. Pueden alcanzar unos 4 o 5 metros de altura, y se visten con flores de variados colores, dan frutos comestibles llamados pasacanas y sus maderas son utilizadas por los lugareños para construir sus viviendas y realizar variadas artesanías.
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Por ejemplo, prefieren la madera del Poco (Trichocereus poco) porque sus orificios son menores que los del Cardón y se obtiene una mejor terminación artesanal... ¿Vieron que bellas flores tiene?
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Por su belleza, el Cardón Blanco o Vicuñita les encanta a los turistas que generalmente quieren llevarse un retoño, pero lamentablemente suele morir al ser trasplantado. En cambio, si se cultiva por semilla se adapta bien...
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Los frutos de Vicuñita tienen paredes carnosas con un suave sabor a limón y son un postre para los roedores del lugar....
También encontramos los clásicos sauce llorón, algarrobos negros (Prosopis nigra) como el que está frente a la capilla...
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O los molles o aguaribay que mecen sus hojas en la cadencia de la siesta...
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Y frente a un curchi (Prosopis ferox) como el de la foto, entre blancas paredes de los ranchos, mudo testigo de la lucha por la independencia en el Siglo XIX, el Coronel Manuel Álvarez Prado y sus gauchos se batieron contra los españoles...
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Y este primer plano de las espinas de un vinal o algarrobo blanco, que sólo acepta como vecinos a cardones y cardoncillos, como relata la siguiente leyenda guaraní:
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LEYENDA:
"Junto a sus padres vivía un indio de corta edad de sentimientos perversos y en cuyo corazón no había puesto Tupá virtud alguna. La tribu entera le tenía terror, pues jamás habían visto nada semejante.
Consultados los payés o hechiceros, poco tardaron en afirmar que Añá, el espíritu del mal, se había alojado en su cuerpo y que era menester curarlo expulsando a aquél. Cuando se prestaban a ello, el pequeño se apartó unos pasos y consiguió dispararles unas flechas hiriéndolos mortalmente, hecho lo cual huyó velozmente hacia los montes vecinos.
Perseguido, no fue posible darle alcance porque cruzaba sin ningún inconveniente regiones inmensas cubiertas con cardones o matas espinosas, mientras sus perseguidores despedazaban sus carnes en ellos y tenían que retroceder. Por último desapareció y un buen día, deshecho por el cansancio y el hambre, pereció. Añá, que le protegía, lo transformó en un árbol y le dio espinas y virtudes tales, que en su proximidad todas las plantas perecen, salvo el cardón y el cardoncillo, que le protegieron en su huida".
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Nota: Además de mis fotos, les mostramos en esta entrada el poco fotografiado por Juan Pablo (Foro Suculentas.es), el curchi y la vicuñita fotografiados por Sergio (blog Naturaleza y Cultura Argentina)
Fuente de la leyenda: Olimpiadas Nacionales de Contenidos Educativos en Internet
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Continua.....
Hemos visitado el Pucará de Tilcara donde la humanidad dejó su huella, pero la naturaleza también deja la suya a cada paso que damos: en esta zona montañosa sopla el viento norte especialmente en el invierno, con un clima templado, seco y sano, como corresponde a esta latitud.
A 15 kilómetros al norte de Tilcara encontramos un monolito que indica la ubicación exacta del trópico de Capricornio: 23 grados 27 minutos 30 segundos de Latitud Sur.
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En las laderas y cumbres de los cerros crecen pequeños arbustos y principalmente los cardones y cactus de gran tamaño con brazos espinosos como vemos siempre en las postales de la provincia. Pueden alcanzar unos 4 o 5 metros de altura, y se visten con flores de variados colores, dan frutos comestibles llamados pasacanas y sus maderas son utilizadas por los lugareños para construir sus viviendas y realizar variadas artesanías.
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Por ejemplo, prefieren la madera del Poco (Trichocereus poco) porque sus orificios son menores que los del Cardón y se obtiene una mejor terminación artesanal... ¿Vieron que bellas flores tiene?
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Por su belleza, el Cardón Blanco o Vicuñita les encanta a los turistas que generalmente quieren llevarse un retoño, pero lamentablemente suele morir al ser trasplantado. En cambio, si se cultiva por semilla se adapta bien...
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Los frutos de Vicuñita tienen paredes carnosas con un suave sabor a limón y son un postre para los roedores del lugar....
También encontramos los clásicos sauce llorón, algarrobos negros (Prosopis nigra) como el que está frente a la capilla...
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O los molles o aguaribay que mecen sus hojas en la cadencia de la siesta...
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Y frente a un curchi (Prosopis ferox) como el de la foto, entre blancas paredes de los ranchos, mudo testigo de la lucha por la independencia en el Siglo XIX, el Coronel Manuel Álvarez Prado y sus gauchos se batieron contra los españoles...
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Y este primer plano de las espinas de un vinal o algarrobo blanco, que sólo acepta como vecinos a cardones y cardoncillos, como relata la siguiente leyenda guaraní:
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LEYENDA:
"Junto a sus padres vivía un indio de corta edad de sentimientos perversos y en cuyo corazón no había puesto Tupá virtud alguna. La tribu entera le tenía terror, pues jamás habían visto nada semejante.
Consultados los payés o hechiceros, poco tardaron en afirmar que Añá, el espíritu del mal, se había alojado en su cuerpo y que era menester curarlo expulsando a aquél. Cuando se prestaban a ello, el pequeño se apartó unos pasos y consiguió dispararles unas flechas hiriéndolos mortalmente, hecho lo cual huyó velozmente hacia los montes vecinos.
Perseguido, no fue posible darle alcance porque cruzaba sin ningún inconveniente regiones inmensas cubiertas con cardones o matas espinosas, mientras sus perseguidores despedazaban sus carnes en ellos y tenían que retroceder. Por último desapareció y un buen día, deshecho por el cansancio y el hambre, pereció. Añá, que le protegía, lo transformó en un árbol y le dio espinas y virtudes tales, que en su proximidad todas las plantas perecen, salvo el cardón y el cardoncillo, que le protegieron en su huida".
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Nota: Además de mis fotos, les mostramos en esta entrada el poco fotografiado por Juan Pablo (Foro Suculentas.es), el curchi y la vicuñita fotografiados por Sergio (blog Naturaleza y Cultura Argentina)
Fuente de la leyenda: Olimpiadas Nacionales de Contenidos Educativos en Internet
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Continua.....
Comentarios
Besos y salud
Estoy de acuerdo con Genín y Paco, buen reportaje y buenas fotografías...
Siempre que vengo por aquí me llama la atención lo del premio de blogueros por el mundo... enhorabuena :)
Un abrazo, seguiremos leyéndonos.
Jose
PD - Ya sabéis que estáis invitados todas las veces que haga falta a mi blog de Blogosfera :)
"Yo puedo estar equivocado y tú puedes tener la razón y, con un esfuerzo, podemos acercarnos los dos a la verdad."
Una belleza incomparable.
Buenas fotos.
Un abrazo.
Me llevo algunas cosillas de tu blog que me gustaron!!!
Saludos rituales, Bocha.
Terminé con los votos que me quedaban, amorosa. En lo que a mí respecta ya gané el mejor de los premios, y es conocer a gente como vos que se ha acercado con tanto cariño.
¡¡ÉXITOS!! De todo corazón.
Besazos.
Un Saludo.
Uriel
Interesante leyenda, mejor no circular con coche por esas tierras de espinas. Un beso
Son muy bonitos los cactus,a mi me gustan mucho.