"El gato y Común"
Estas fotos ya las publiqueen mi entrada "Confianza", pero en verdad vale la pena verlas en secuencias, vean como fui ganando la confianza de esta hermoso animal.
Que las disfrute!!!!!
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Se las regalo a mis amig@s de la cibernética:
"La gata coqueta",
"Gatos por los tejados"
"Gatos sobre el tejado"
"Gato en Texas"
"Gris oscuro"
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Que las disfrute!!!!!
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Se las regalo a mis amig@s de la cibernética:
"La gata coqueta",
"Gatos por los tejados"
"Gatos sobre el tejado"
"Gato en Texas"
"Gris oscuro"
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Comentarios
Besitos.
me lleva a tu mundo
un mundo...
de palabras hechas versos
...versos de sentimientos
que del alma se van alejando
desvaneciendo el vacío
que ha sido vencido.
Si el viento fuera mi amigo
a través de su cálido aliento
le rogaría, te diera un abrazo
para alejar lo sentido...
...lo sentido que con recelo
espera ser envuelto
en tules de rosas y cerezo
como el primer verso...
¡¡Feliz fin de semana para ti querida amiga!!
Que me lo llevo es un hecho, en cuanto termine de visitar para el blog Mis caricias del alma. Gracias eres genielmente genial!!
María del Carmen
Desde que entró en mi vida, ocupó mi corazón a lo largo y a lo ancho. Todo fueron expresiones de cariño, regalos, atenciones y caricias.
A veces se mostraba arisca y no aceptaba zalamerías; me miraba de reojo con gesto serio y malhumorado, preparada para saltar a la menor insinuación. Parecía que siempre llevaba la escopeta cargada. No era ése el momento de carantoñas, pensaba yo, y la dejaba en paz, esperando que se le aclarasen las ideas y sacase el veneno de su cabecita.
Por que cuando ella quería venía a buscarme y se sentaba a mi lado, o incluso sobre mi regazo, y se dejaba acariciar y besar. Rozando su cabello en mi mejilla y mirándome a los ojos dejaba que yo le pasara la mano y acariciara su precioso cuerpo.
Cuando le besaba detrás de la oreja, daba como un respingo y emitía un leve quejido con voz débil, de tierno arrullo. Cuando acariciaba su dorso se estiraba a medida que bajaba la mano y se apretaba contra mí, sin dejar de mirarme, esperando repitiese mi caricia. Ni yo me cansaba de hacerlo ni ella de recibirlas. En la cama, se acurrucaba junto a mí y nos dormíamos entre besos y ternuras. A veces, dejaba caer su cabeza en mi vientre y yo permanecía quieto, dejándola a su aire hasta que ella decidía cambiar de lugar.
Era una delicia de criatura: inteligente, bonita, cariñosa, limpia, atenta con las visitas…
Pero se cansó de mí.
Con cualquier excusa, cogía la puerta y se iba a casa de la vecina de al lado, o del vecino del tercero, y allí se pasaba las horas sin darse cuenta, olvidándome.
Con el tiempo, escuché murmuraciones de los vecinos acerca de su comportamiento. Decían que se divertía arrancando las flores de los maceteros que adornan los rellanos en cada planta
Incluso convocaron una reunión de vecinas a mis espaldas y enviaron una comisión a decirme que aquello no podía continuar
Me propuse impedirle salir del apartamento y la dejaba encerrada mientras yo estaba en la cocina o limpiando la casa.
Pero esa solución fue peor, ¡se volvía loca y arañaba las puertas!
Un día me harté y la llevé a la puerta de entrada: “vete y no vuelvas”, le dije con el corazón a trozos.
Elsita no volvió hasta la mañana siguiente, y se sentó en la mesa frente a mí como si nada hubiera sucedido. Yo no quise hurgar en las heridas y silenciosamente le puse su desayuno. Ya abría tiempo de discutir.
En el bar, encontré a mi amigo Antonio y le comenté el asunto entre copa y copa. “Tráela a mi casa y preséntamela, tal vez lo que necesite es más sociabilidad, más espacio, conocer gente, lugares nuevos…
Así lo hice. Fue lo peor que pudo suceder: la perdí, se quedó con mi amigo.
Pensándolo bien la comprendo: mi amigo tiene un chalet con cuatrocientos metros de parcela ajardinada, plantas, árboles, piscina… Y yo vivía en un apartamento de 40 metros cuadrados. La elección era más bien fácil
Sobre todo por que mi amigo se enamoró de ella nada más verla y comenzó a cometer los mismos errores que yo: a mimarla con exceso, a ser su esclavo. Ella se giró a mirarme y sin decir palabra se marchó al jardín y se acomodó en una tumbona.
Con el corazón más partío que el de Alejandro Sanz, me fui a casa. Aquella noche no pude dormir, recordando a Elsita. Pensé que no debía ser egoísta, ni retenerla contra su voluntad, que las almas son libres y no se pueden poner puertas al viento ni retener el agua en las manos, que lo que deseas realmente es su felicidad, aunque estés convencido de que si no te salen los cuernos es porque te falta calcio.
No pude soportarlo y nada más amaneció fui en busca de mi amigo a contarle todo acerca de ella, no quería que él sufriese como yo. Le previne contra todos sus malos vicios. Pero aun así, Antonio me abrazó y me dijo que Elsa era lo que faltaba en su vida y que ahora era feliz.
Elsita es el mejor regalo que Antonio le ha hecho a su hijita Cristina, con ella duerme y la lleva en brazos a todas partes. Cristina me ha dicho que su gatita la despierta ronroneando cada mañana para ir al colegio.
muchísimas gracias!
andaré por tu ciber espacio si no te molesta..
eli
Bonito gatito, tal vez no saque las uñas y rompa el encanto.
Abrazos.
Bello fin de semana sin lluvia y con el color de la primavera flotando en el aire..
Buen fin de semana y dulces sueños
Es obvio que las tuyas son muy buenas.
Un gran abrazo.
Gracias
Me gusta mucho la serie de fotografías que hiciste.
Un saludo.
Un gran abrazo del "gato" en Texas!!
bella secuencia y precioso gato ¿te lo llevaste?
Gracias por acordarte de mi.
Un abrazo.
Saludos
Un abrazo.
Preciosas fotos...
Gracias
Besos y salud
Belissimas fotos ...!
feliz fin de semana
Cariños
Besines utópicos, Irma.-
Juan Antonio
Besos.
http://el-cajon-de-izaya.blogspot.com/