DELIRIUM FEBRIL
Beto acertó con sus palabras, así se sienten algunas Personas Comunes, ante la derrota frente Alemania…
En el silencioso espacio intuyo,
la tibieza que emana en el contacto.
Ciego confío en ella y acerco
mi ensoñación.
Levito en la oscuridad que me rodea,
la historia me roza en hechos
del pasado.
La liviandad sustenta mi rápido pasaje
de un lugar a otro, de un lugar a otro.
Preocupa el agujero negro
de mi soledad, hasta límites lejanos.
La durmevela del centinela de los sueños,
parece sopor puro, se acerca y se aleja
se acerca y se aleja, incansablemente.
- ¡Aun soy yo! - alcanzo a balbucear
en lo que parece inconmensurable llanura
oscura, en el cercano límite de la cordura.
- ¡Aun soy yo! - repito, con estridente voz
que retumba en muchos y en un sólo grito.
La inconsciencia, junto al día que amaneciendo llega,
da paso, de a poco, a la lúcida expresión cansada.
Transpiro, tiemblo, me mojo.
La tibieza nocturnal dio paso rápido
al frío matinal que, como un pálido sudario,
cubre mi cuerpo en un abrazo único, final.
Febril hasta el delirio alcanzo a articular
el principio de la vida, la forma molecular
de mi ser :
¡¡agua!!, ¡agua!.
.
Alberto Rufino Gonzalez.
En el silencioso espacio intuyo,
la tibieza que emana en el contacto.
Ciego confío en ella y acerco
mi ensoñación.
Levito en la oscuridad que me rodea,
la historia me roza en hechos
del pasado.
La liviandad sustenta mi rápido pasaje
de un lugar a otro, de un lugar a otro.
Preocupa el agujero negro
de mi soledad, hasta límites lejanos.
La durmevela del centinela de los sueños,
parece sopor puro, se acerca y se aleja
se acerca y se aleja, incansablemente.
- ¡Aun soy yo! - alcanzo a balbucear
en lo que parece inconmensurable llanura
oscura, en el cercano límite de la cordura.
- ¡Aun soy yo! - repito, con estridente voz
que retumba en muchos y en un sólo grito.
La inconsciencia, junto al día que amaneciendo llega,
da paso, de a poco, a la lúcida expresión cansada.
Transpiro, tiemblo, me mojo.
La tibieza nocturnal dio paso rápido
al frío matinal que, como un pálido sudario,
cubre mi cuerpo en un abrazo único, final.
Febril hasta el delirio alcanzo a articular
el principio de la vida, la forma molecular
de mi ser :
¡¡agua!!, ¡agua!.
.
Alberto Rufino Gonzalez.
Comentarios
Agua sagrada que todo lo vuelve vida junto a ella...
precioso!!
Saludos y vamos al 2014!! ;-)
Ali
Salud y besitos
besos
Besotes.
Saludos
esta chevere tu blog... segui posteando.
ahi te dejo para que lo cheques:
www.tumentepoderosa.blogspot.com
fer
Abrazos
Abrazos
A mí me gusta pero intento que no controle mi vida.
Besos.